Se nos ha dicho
siempre que las instituciones tutelares del Estado, llamase Poder Judicial, Ministerio
Público, Tribunal Constitucional, Defensoría del Pueblo, son instituciones autónomas,
no políticas; sin embargo, en la práctica revela lo contrario. Porque son
estas instituciones las más politizadas. Muchas de las decisiones judiciales
responden a intereses partidarios
o de grupos de poder económico.
Obviamente por eso
los negociados políticos en el congreso siempre han estado al día para
designar a los funcionarios tanto del tribunal constitucional y la defensoría del pueblo. Instituciones
tutelares que en sí sus funcionarios son
designados al gusto y al interés de los
grupos de poder económico mediante los partidos que los representan en el
congreso. A esto se debe que
personajes y funcionarios de las altas esferas del Estado investigados,
por delitos en contra el Estado, son declarados inocentes. Por eso la corrupción campean en estas altas esferas del estado. No es casual el caso
de la libertad de Alberto quimper incurso en las investigaciones de los
petroaudios. O el asunto de los
crucixiac puesto en libertad por el régimen
aprista por el entonces presidente Alan García Pérez y otros que la
opinión pública conoce. O la mega comisión
que no le puede investigar a ALAN GRACIA PÉREZ, por existir oposición
por los partidos comprometidos con la corrupción como es el partido aprista, el
fujimontesinismo, solidaridad nacional,
alianza para el cambio, peru posible y otros que actúan encubiertamente en el
anonimato.
Es por eso que a muchos les gusta ser congresistas. Más a
los que defienden la corrupción y que representan a los grupos de poder.
Obviamente ahora al haber vencido periodo funcional de los funcionarios del
tribunal constitucional y de la defensoría del pueblo, los grupos del poder
económico organizados en el congreso
peruano, buscan a diestra y siniestra
a sus nuevos servidores, para que los representen y defiendan sus intereses en
estas instituciones, no para que defiendan los intereses de la sociedad. Son para estos fines que los congresistas negocian para designar a
los integrantes de estos órganos
tutelares del Estado.
El
negocio político en el congreso del Estado Peruano, ha sido latente no para
cosas buenas sino para cosas malas. Se van los funcionarios del tribunal constitucional de militancia
aprista y que libero al militante aprista Alberto quimper comprometido con la corrupción en los petroaudios, posiblemente
volverán los fujimontesinista y
neoliberales, para seguir sometiendo a la población peruana con sus leyes y tribunales a los
intereses transnacionales. Haciendo más
rico a los ricos y a los de afuera y más pobres a los pobres del
campo y de la ciudad.
No podemos esperar nada de
este congreso convertido en un fortín de los negociados políticos de toda
laya. Este congreso al igual que los
anteriores que fueron infecundos,
infructuosos, estériles, improductivos e impotentes, consumistas, con CONGRESISTAS, atravesados, torcidos, tortuosos, perversos, esquinados, sin ideas ni creatividad que orienten
al país al cambio y al desarrollo, es imposible tener esperanzas. Solo es
posible el cambio y el desarrollo del
país con la creación del poder por el
pueblo, desde sus organizaciones al cual tanto temen este grupúsculo de
gentes, que ganan sin producir nada de nada, y dicen construir y defender la democracia. Que es la
democracia de unos cuantos y la antidemocracia
de gran mayoría del pueblo peruano, así como el pueblo peruano fue
testigo presencial, con las últimas
huelgas del magisterio, de salud y las luchas que vienen emprendiendo
los pueblos de Cajamarca, espinar y otros pueblos por una vida digna.
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