EL ODIO Y LA VIOLENCIA SOCIAL.

Con tanta frialdad,   cinismo  y  frescura  nos hablan de ODIO Y LA VIOLENCIA que vive el país, los precursores   y autores de esta lamentable situación  que atravesamos los peruanos  y quienes  viven cómodamente sin producir nada   a costa del sacrificio,   trabajo humano ajeno y de la corrupción, señalando,   que los causantes  y promotores del  ODIO  Y  LA VIOLENCIA, son los que hacen huelga  quienes  son ociosos, incapaces   subversivos, extremistas,  radicales,  calificativo que  usualmente es propagado  por sectores conservadores  por los diferentes medios de comunicación  hablado y escrito, entre ellos,   el   arzobispo FUJIMONTESINISTA ,  JUAN LUIS CIPRIANI, representante de la iglesia católica, en sus sermones eucarísticos,  transformándose de  pastor de la iglesia  por el poder  económico, en portador y defensor  de los  grandes grupos  de  poder económico en el país.  

El odio,  la repugnancia, la  animadversión, la abominación, la  antipatía,  el aburrimiento la execración, La ira,  la tirria y el desamor, NO NACE  de los desposeídos, excluidos, marginados, oprimidos, explotados y reprimidos, SINO de los que siempre han ostentado poder político económico y social en el seno de la sociedad. ODIO QUE   NO ES CASUAL,  sino  un fenómeno  que responden  intereses  de Dominio Político Económico  social de Clase.  Entonces  podemos decir : que los desposeídos, oprimidos, explotados, reprimidos,  marginados, excluidos, desempleados, desocupados  del campo y la  ciudad, desempleados que son  los empobrecidos y MAL LLAMADOS terroristas, radicales, extremistas, NO  SON LOS QUE ODIAN, sino SON LOS ODIADOS por las clases económica y socialmente dominantes de la sociedad y  son estos  grupos  sociales, los que implementan y organizan la violencia, para atacar, golpear reprimir a los desposeídos  a quienes ODIAN.

La historia del cristianismo nos enseña  QUE  CRISTO MURIÓ EN LA CRUZ, por defender  a los esclavos y cristianos, ODIADOS  por el emperador y la aristocracia romana. El gran FILOSOFO SÓCRATES murió  en prisión y envenenado con la cicuta por HABER ENSEÑADO A PENSAR A LOS JÓVENES   a quienes la  ARISTOCRACIA GRIEGA, ODIABA.  TÚPAC AMARU  emancipador de la revolución americana  y  su familia, murieron torturados y descuartizados en la Plaza de Armas del Cusco, porque FUERON ODIADOS por los invasores españoles por defender  los derechos e intereses de miles y miles de peruanos. EL IMPERIALISMO NORTEAMERICANO, ODIA  a los gobernantes y pueblos  del mundo, que no están a su servicio, caso el Pueblo Cubano y contra  quienes implementa la violencia. Este  ODIO Y VIOLENCIA, creado  por la riqueza y el poder económico de los hombres,  como   fenómeno social, han pasado de generación en generación, de época en época,    en la actualidad continua   y que  el Arzobispo fujimontesinista, JUAN  LUIS CIPRIANI, representante de la iglesia católica, no puede negar. Porque la muerte de Cristo, tuvo su causa  en lo  que  fue el odio y  la violencia,  implementada por las clases dominantes de su tiempo.

El  pueblo católico y cristiano, no puede esperar nada de nada  de  su representante, en este caso de JUAN LUIS CIPRIANI  quien odia a los humildes  ciudadanos del campo de la ciudad, CALIFICÁNDOLES DE SER VIOLENTISTA Y QUE ODIAN A LOS RICOS, siendo lo contrario, cuando los RICOS en el poder político del Estado por más de 190 años de vida republicana, son los que  han odiado  y odian  a los humildes ciudadanos del campo y la ciudad   en el país; son   contra ellos  que se  implementa la violencia  y la fuerza, para reprimirlos y que verificamos  hoy , con  la violencia implementada contra los profesores, los médicos, servidores del pueblo. Por eso,  frente a esta realidad, se integro a la lucha del pueblo  del Cusco  el valeroso y reconocido  sacerdote   OBISPO  LUIS VALLEJO SANTONI. Ejemplo que debía seguir el Arzobispo JUAN  LUIS CIPRIANI y sus seguidores  de su  entorno, y así  poder construir una nueva sociedad antes de defender  los intereses  de  las empresas transnacionales, que se vienen  llevando nuestras riquezas.